Representa el dominio de las emociones y la compasión bajo la guía de una autoridad espiritual y moral, sugiriendo un liderazgo emocional sabio y ético.Evoca a la necesidad de dominarse porque estamos dañando a alguien o bien, la necesidad de hacer frente a lo que nos domina y nos alienta a ella manifestando que tenemos el poder de lograrlo.En